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- Limpieza regular: Utiliza un paño suave y ligeramente húmedo para limpiar el teclado. Evita el uso de productos químicos agresivos que puedan dañar los componentes.
- Evita líquidos: Procura no derramar líquidos sobre el teclado. Si esto ocurre, desconecta inmediatamente el dispositivo y deja que se seque por completo.
- No comas ni bebas cerca: Las migas y otros residuos pueden obstruir las teclas y causar problemas de funcionamiento.
- Ubicación adecuada: Coloca el teclado en una superficie plana y estable, evitando lugares con exceso de humedad o polvo, preferiblemente en la pared.
- Uso correcto: Presiona las teclas con suavidad y evita golpearlas con fuerza.
- Batería: Asegúrate de cambiarlas las baterías cuando estén agotadas para evitar interrupciones en el funcionamiento.
